Para este miércoles , como os dije en el anterior , os enseñaré cómo he decorado mi rincón en mi habitación de costura.
Primero quería enseñaros los corazones de otoño que he hecho en cartón blanco y luego forrado de tela de patch con algún adorno.
Éste por ejemplo , va sujeto con rafia al asa de la cesta.
En este otro añadí una flor precortada que tenía del material de scrap .
Y por último este conjunto de tres que he colgado de la barra de la estanteria metálica.
Todos están pegados con cola blanca. Los botones , al pesar más , los he pegado con el pegamento caliente de pistola. El modelo del corazón lo he sacado del patrón del quilt de Leanne pero seguro que podéis hacer uno sin tener una muestra.
Dediqué un rato ayer a colocar las cosas sobre la estantería. Cambié el cuadro bordado para que fuera más a tono .Ahí podéis ver el año que empecé a bordar punto de cruz.
Debajo justamente hay otra estanteria pero esta vez de pie.
Así decoré la balda de arriba con detalles de intercambios, regalos, útiles de labores...
...Y así la de abajo......
Los tres paños que hacen juego los compré hace varios años en
Traditional Stitches , una tienda canadiense de la que he sido clienta y que puedo recomendar incluso por sus suscripciones. Ahora no sé donde se podrán encontrar , pero este estilo me encantó y además los conseguí en una de sus ofertas que lanzan todos los meses.
Algunas " estampas otoñales " de este rincón....
Desde luego el frio ya se hace notar aunque todavía disfrutemos de los rayos del sol. Los árboles junto a mi casa ya dejan caer sus hojas marrones, amarillentas y rojas sobre el césped y el cambio de hora parece que nos invita a estar más tiempo en casa por la tarde. Se acercan días para aprovechar el tiempo en casa, al resguardo del frio , con una tarea que nos guste y nos sirva para despejarnos de las tareas y obligaciones diarias.
Por mi parte intentaré dar un empujón a esos trabajos a punto de acabar y empezar el año próximo con menos tarea en mi cesto de labores.
It's finally getting chillly in New York and for me that means it's time to start frequenting my favorite cold weather places. I'm obsessed with decor as much as cuisine when I go out and I love the lodge-like feel and comfort food at Freemans. Tucked away at the end of a little alley, you feel like you've stepped out of the city for a night. The restaurant is a charming delight of warm and cozy little rooms. The taxidermy heads may not sit well with PETA but it reminds me of an old fashioned English pub. Just make sure you get there early since they don't take reservations but this hidden hideaway is worth the wait. 
